Rodrigo Cortés comienza su película anticipándonos el final de la vida del protagonista. En la última secuencia aparecen ambulancias y coches de policía fruto de un incendio que produjo la muerte de Martín Circo Martín y el derrumbamiento de su vivienda.
Martín Circo es profesor de Historia de la economía en una universidad. Su vida cambia radicalmente tras haber sido el ganador del mayor premio de un concurso de televisión, 3 millones de euros. Además, también obtiene una avioneta, un coche de época, un barco, una colección de cuadros y un viaje alrededor del mundo, entre otros. Todos estos premios hacen reflexionar al protagonista de cómo sería su nueva vida, junto a su novia Laura. Otro personaje importante es Eloy, su mejor amigo y profesor en la misma facultad.
La pareja realiza los primeros cálculos y deciden pedir un crédito para afrontar los primeros gastos de mantenimiento de sus nuevas posesiones. Junto a su mejor amigo, Circo acude a la conferencia, “La economía moderna en la era de la globalización”, cuyo ponente es Edmundo Figueroa, un gurú económico que se aparta de la doctrina clásica y cuyas enseñanzas serán claves en este film. Después de escuchar sus alegatos, decide acudir a un abogado para administrar mejor su nueva hacienda. En este momento empieza a ser consciente de sus problemas, porque para que le concedieran el crédito puso como aval todos sus bienes. El consejo de Pizarro, su abogado, es priorizar en una lista qué objetos son los necesarios y vender cuanto antes los tangibles. Laura ya se ha acostumbrado a vivir su vida de rica y desoye las recomendaciones de Pizarro lo que provoca las primeras discusiones de la pareja.
Circo, al ir asumiendo los errores que había cometido, decide visitar a Figueroa, orador de la conferencia, pero cuando se presenta como profesor de economía le expulsa violentamente de su casa. Otra de sus opciones es pedir ayuda a su madre pero no termina de atreverse. La única salida plausible es volver, de nuevo, a casa del conferenciante. Edmundo Figueroa acepta la visita con una condición: no hablar ni preguntar, solo escuchar. Martín Circo se deja absorber por las enseñanzas del maestro, que con elementos palpables, le explica desde el nacimiento del trueque hasta el valor y aparición de la moneda como instrumento de cambio. La relación con su novia empeora y finaliza cuando descubre sus conversaciones con el economista práctico.
La Decana de la Facultad, Sra. Santillana, donde trabaja el protagonista, le comunica su despido, para colmo de males, por el reiterado absentismo a las clases y la falta de rigor en su programa académico. Circo al conocer la situación económica, sentimental y laboral en la que se encuentra sufre una pérdida de equilibrio emocional e intenta poner una solución pragmática a todos sus problemas, porque, como afirmó Figueroa, “Su concurso había comenzado” y su única opción era dejar atrás todo y a todos y la mejor manera para su plan de huida era aprovechar el viaje alrededor del mundo.
Para culminar su objetivo saca todo el dinero posible de su banco e incluso llega a amenazar a su director, para este fin. Los tasadores ya están ocupando su casa pero con la ayuda de Eloy consigue coger unos trajes y comenzar su fuga. Antes de partir, imparte su última clase en la facultad y cuenta a sus alumnos el funcionamiento real de los bancos, hasta que es expulsado por el servicio de seguridad ante la atenta mirada de Santillana. Solo le faltan dos eslabones, visitar a su abogado para robarle su coche y prender fuego a la casa que había obtenido como premio. Todo parecía ir según lo esperado pero recuerda que ha olvidado su maletín con el dinero dentro de la mansión. Sin importarle las intensas llamas entra de nuevo a la vivienda y muere. El espíritu del protagonista toma su propio cuerpo y observa las miradas punzantes de las personas que le apreciaban.
ANÁLISIS CRÍTICO
Como si de un sueño se tratara, el desarrollo de lo absurdo va dando sentido a todas las escenas y las hace entrar en la realidad que afrontan los personajes, y que a su vez, sirve de espejo de las acciones de la vida cotidiana.
La historia hace un recorrido didáctico por la economía teórica, real, sumergida, y una mixtión de todas ellas que nos gobiernan día a día. La figura de Martín Circo, encarnación de cualquier persona, sirve como manual para aprender de nuestros errores. La película cuenta con numerosos gags que, sin dejar de ser cómicos, son moralizantes hacia una sociedad corrompida.
El primer largometraje del director Rodrigo Cortés nos va revelando los pilares fundamentales con los que convivimos diariamente: negocios con los bancos, asesores fiscales, economía doméstica. Todo condensado en un simple e inocente concurso televisivo. Este tipo de programas exponen de forma sugerente y llamativa todos los premios (tangibles e intangibles) que el ganador ¿Puede disfrutar? Pese a los golpes de adrenalina que desborda el protagonista, el filme demuestra que no es oro todo lo que reluce. Los premios no salen gratis, pues el inmovilizado material conlleva multitud de gastos que solo pueden hacerse frente teniendo liquidez. Todas las situaciones que van apareciendo podrían llevar a Martín Circo al infarto o al suicidio; sin embargo, como el ave fénix resurge de sus cenizas y se enfrenta a la cruda realidad con un pragmatismo feroz.
Dentro de la película considero como elementos importantes dos puntos de inflexión que dan juego a las demás escenas. El primero es la decisión de firmar un crédito personal sin leer las condiciones, o firmar unas condiciones que no entiende –consecuencias fatales en ambas decisiones–. El segundo es el soliloquio del excéntrico economista sobre cómo marcha la economía. Nos da una lección magisterial del funcionamiento de los bancos: no tienen dinero propio y obtiene beneficios con el nuestro, que dicho de manera más técnica, es la diferencia entre el dinero legal, formado por monedas y billetes, y el bancario, dinero virtual con el que opera una entidad. De forma más gráfica, todos los periplos económicos de esta película pueden ser representados en el flujo circular de la renta.
Para conseguir que el espectador se involucre en la obra realiza un proceso histórico e inductivo, comienza por el origen del dinero como moneda de cambio para uso doméstico, y finaliza con la idea de que la banca nunca pierde. Todas estas explicaciones van acompañadas de imágenes reales. Con estos conocimientos, el protagonista realiza un proceso de entendimiento e intenta aplicar estos consejos para dar solución a sus despropósitos y consigue que el público sea testigo y animador de Martín Circo.
El director, además de ilustrar el funcionamiento económico de la sociedad, también muestra una crítica hacia la misma. Pone en duda la figura anquilosada de la universidad y de unos conocimientos excesivamente teóricos de la mano de él mismo y de la Sra. Santillana, interpretada por Myriam De Maeztu. El exceso consumista producido en una sociedad capitalista lo ilustra de la mano de su pareja Laura, Myriam Gallego. Para que todas estas ideas tengan mayor sentido relaciona el nombre del personaje con lo que quiere representar. Martín Circo Martín, encarnado porLeonardo Sbaraglia, da una idea de vida rotativa, caótica y escandalosa. El economista práctico, que da vida Chete Lera, Edmundo, podemos relacionarlo con el término cosmopolita, ciudadano del mundo en una realidad cotidiana.
Todas estas características hacen que la película esté de actualidad y que además de divertir ilustre al espectador y siempre desde la legalidad, ya que en ningún momento el protagonista pensó en la evasión de capitales.
ALBERTO SANZ BLANCO, PERIODISTA
Alberto Sanz Blanco 